30.1.07

EL CUENTO DE LA JUBILACIÓN

Antes, se soñaba con la llegada de la jubilación como la parrilla de salida donde disfrutar de lo que uno no podía haber hecho antes por la falta de tiempo: viajar, pintar, pasear, ver a los currantes en las obras..... Ahora jubilarse significa un nuevo trabajo sin horarios, sin nóminas y mucho más estresante: cuidar a los nietos. Algunos, incluso, tienen que cambiar su ciudad de residencia por ellos. ¿Verdad. Luis? Nunca os lo agradeceremos lo suficiente.
Y aún hay gente que cree que ahora se vive mejor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

JO MACHO, CASI NOS PONEMOS A LLORAR.
AHORA EN SERIO, ES LO MENOS QUE SE PUEDE HACER POR LA DESCENDENCIA, Y POR SUPUESTO, ¡¡¡ARRIBA LOS JUBILADOS!!!.

GRACIAS POR EL RECUERDO.

Anónimo dijo...

Cierto es, y con gusto seguro que lo hacen y no tontos son...
Pero no olvidemos que algún día dejarán de tener fuerzas y ánimos suficente para seguir cuidando de nosotros los hijos; no de los nietos, de ellos disfrutan y con el tiempo no hará falta cuidarlos más...
Y ese día seremos nosotros quien tengamos el deber y el placer de cuidarles y quererles. A nuestros padres...
No hace falta decir más... Intenta mirarte tu mismo cuando seas viejete y quien quisieras que estuviese a tu lado, en un entorno que seguro miedo te dará pues no será el tuyo. Da ejemplo mientras seas joven para educar a la generación que te cuidará...