Paz con diálogo o sin diálogo, a mí me da igual. Lo que cuenta es que Euskadi deje de estar aterrorizado por una banda de 40 asesinos, que no son más, y 400 alborotadores, que seguro que son menos. Estábamos más unidos cuando ellos eran más fuertes, ahora cuando parece que el árbol va a caer, todos quieren apuntarse la medalla al mejor leñador.
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