LA GRAN CICATRIZ ROJA

Aunque pueda parecer lo contrario, me declaro ferviente defensor de un carril bici en nuestra ciudad. Talavera es una ciudad llana, muy adecuada para el tránsito en bicicleta; tenemos que olvidar eso tan talaverano de sacar el coche para todo, cuando, en mayoría de los casos, no hay distancias andando de más de 15/20 minutos y además queremos aparcar en la misma puerta del destino. Como decía, estoy a favor del carril bici, pero eso sí: de un carril bici nacido del consenso con los ciudadanos, que no invada aceras y aceras que conviertan el paseo o la circulación en algo difícil, que no sea una franja pintada sobre la calle, que no haya baches, desniveles, en definitiva, que no sea una chapuza. A Talavera le ha quedado una gran cicatriz roja que costará mucho llegar a disimular.