Dos cosas han quedado claras tras el Derby: una, que Mourinho es un bocazas que debería aprender aquello de "dueño de tu silencio y esclavo de tus palabras", tras criticar a Manolo Preciado, entrenador del Sporting de Gijón, de haber regalado el partido al Barsa. Dos, que Guardiola es un ladino sinvegüenza, tras su mascarita de entrenador zen. El vacile de la pelota a Cristiano Ronaldo y llevarse mano en la cara para hacer creer al árbitro que ese mismo jugador le había golpeado ahí mismo, nos hacen ver la cara real de este jeta, record de tarjetas rojas en el Barsa durante su periplo de jugador. Por algo será. En cuanto al partido, el Barsa se siente como Japón cuando bombardeó Pearl Harbour. Pero no olvidemos quién ganó la guerra.
2 comentarios:
Joer Javi, casi no se te nota que eres un ultra madridista. Tienes que reconocer que, aunque hacía frío, les dieron un buen baño y al aire libre. Lo que no puede un club como el Madrid, es olvidarse de la cantera y tirar de chequera en plan "Jeque Arabe". En eso no me negarás que el Barcelona le está dando cien vueltas. En cuanto a tu opinión sobre Guardiola, no creo que le vieras muchas veces jugar en su época, a no ser cuando jugaba contra tu Madrid. En fin chico,yo que tu me tomaba tilas y valerianas para apaciguar el espíritu, ja, ja, ja.Y lo dicho, "sin acritud", choca esos CINCO.
Disfrutad vuestros quince minutitos de gloria. Nos vemos en la viñeta de vuelta.
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